En el marco del Día Internacional de la Mujer, es crucial recordar a aquellas que desafiaron su tiempo y cuyos legados fueron silenciados. Aspasia de Mileto, Aspasia de Mileto: la mujer que la historia olvidó. En el Día de la Mujer, conmemoramos su legado y el de todas las mujeres silenciadas. una figura brillante en la antigua Grecia, es un ejemplo perfecto de mujer que la historia quiso olvidar. Maestra de Sócrates y pionera en filosofía y retórica, su historia nos invita a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la construcción del conocimiento.
Una mente brillante en la Atenas clásica
Aspasia nació en Mileto, una ciudad griega en Asia Menor, alrededor del 470 a.C. A diferencia de la mayoría de las mujeres de su época, recibió una educación excepcional. Se trasladó a Atenas, donde su inteligencia y habilidades retóricas la llevaron a destacarse en un mundo dominado por hombres.
No solo fue pareja de Pericles, el líder más influyente de Atenas, sino también su consejera política. Aspasia desafió las normas sociales al participar activamente en debates filosóficos y políticos. Incluso Sócrates reconoció su influencia, refiriéndose a ella como su mentora.

El intento de borrar su legado
A pesar de su impacto, la historia no ha sido justa con Aspasia. Los escritores antiguos, casi todos hombres, la mencionaron de manera marginal o la ridiculizaron. Platón y Aristófanes, por ejemplo, la describieron como una figura secundaria, minimizando su contribución al pensamiento griego.
Este no es un caso aislado. A lo largo de la historia, las mujeres han sido excluidas de los registros históricos. Según un estudio de la UNESCO, menos del 30% de los personajes históricos mencionados en los libros de texto son mujeres. En filosofía, la cifra es aún más baja: solo el 12%.
Mujeres silenciadas en la ciencia y la tecnología
El caso de Aspasia se repite en otros campos. Hipatia de Alejandría, matemática y astrónoma, fue asesinada por sus ideas revolucionarias. Marie Curie, pionera en la radiactividad, enfrentó el escepticismo de sus colegas hombres. Ada Lovelace, la primera programadora de la historia, fue ignorada durante décadas.
Estas mujeres no solo lucharon contra los prejuicios de su tiempo, sino también contra el olvido sistemático. Sus historias nos recuerdan que el conocimiento no tiene género, pero la historia sí ha tenido dueños.
Reivindicar su lugar en la historia
Hoy, en pleno siglo XXI, es nuestro deber rescatar a figuras como Aspasia. Reconocer su legado no solo es un acto de justicia, sino también una forma de inspirar a las nuevas generaciones. Las niñas y jóvenes necesitan referentes que les muestren que pueden ser filósofas, científicas o líderes políticas.

El Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reflexionar sobre estas ausencias. Celebrar a las mujeres no solo implica reconocer sus logros actuales, sino también rescatar a aquellas que fueron silenciadas. Aspasia de Mileto es un recordatorio de que la historia la escriben quienes tienen el poder, pero también de que podemos reescribirla.
Aspasia de Mileto no fue una excepción, sino una de muchas mujeres cuyo legado fue ignorado. Su historia nos desafía a cuestionar las narrativas tradicionales y a buscar a aquellas que la historia quiso olvidar. En este Día Internacional de la Mujer, recordemos que la igualdad también pasa por reconocer el pasado.
Compartamos estas historias, celebremos a las mujeres que desafiaron su tiempo y trabajemos para que ninguna vuelva a ser borrada. Porque, como dijo Aspasia, “la sabiduría no tiene género, solo necesita oportunidades.
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